El 4 de diciembre, Cuba celebró el Día de Changó, una de las deidades más veneradas en la religión yoruba, cuya festividad coincide con la de Santa Bárbara en el calendario católico. Esta conmemoración, que mezcla tradiciones africanas y cristianas, se mantiene viva como parte esencial de la identidad cultural y espiritual del país. ¿Quién es Changó? Changó, conocido como el orisha del trueno, el rayo, la justicia y el fuego, es símbolo de fuerza, liderazgo y alegría. En la santería cubana, se sincretiza con Santa Bárbara, y su figura destaca como protector de sus devotos y portador de equilibrio en tiempos difíciles. En su honor, los creyentes le ofrecen rezos, bailes y alimentos, como el amalá, un guiso de quimbombó y harina de maíz. Celebraciones en toda la isla En diferentes puntos del país, el Día de Changó se vivió con devoción. Los altares, adornados con frutas, velas y sus colores característicos, rojo y blanco, sirvieron como centros de oración y agradecimiento. Los toques de tambor y las danzas tradicionales llenaron de energía los hogares de santos y templos, manteniendo viva esta importante tradición. Este año, muchos cubanos aprovecharon la fecha para pedir protección, fortaleza y justicia, mostrando cómo las prácticas religiosas en la isla se entrelazan con las esperanzas y necesidades del día a día. “Changó siempre nos acompaña, y en él encontramos fuerza para seguir adelante”, comentó una devota en Santiago de Cuba. Un legado cultural y espiritual La celebración de Changó no solo resalta la riqueza espiritual de Cuba, sino también la herencia africana que ha marcado profundamente su cultura. A través de los siglos, las tradiciones yoruba se han adaptado y enriquecido, convirtiéndose en un pilar de la identidad nacional. El Día de Changó, más que una simple festividad, representa un acto de fe y un homenaje a la diversidad cultural del país, que continúa uniendo generaciones bajo la protección de este poderoso orisha.