La Aduana General de la República de Cuba detuvo el pasado 12 de diciembre a cuatro individuos en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana cuando intentaban ingresar al país con un cargamento no declarado de Clorpromazina y otras sustancias derivadas. Según fuentes oficiales, cada uno de los detenidos transportaba 500 pastillas del fármaco, utilizado principalmente como antipsicótico, pero que en los últimos meses ha sido identificado como un componente clave en la adulteración de la droga conocida como "el químico". Los detenidos, procedentes de Europa, fueron interceptados en un operativo de control aeroportuario, tras lo cual las autoridades detectaron la sustancia en sus equipajes. De acuerdo con la información preliminar, los individuos tenían previsto entregar la carga a una persona que los esperaba fuera de la terminal aérea, cuya identidad y paradero aún están bajo investigación. La Clorpromazina es un medicamento de uso controlado en la mayoría de los países, prescrito para tratar trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia. Sin embargo, en círculos delictivos ha sido utilizada para alterar sustancias ilícitas, potenciando sus efectos o reduciendo costos de producción. En Cuba, la presencia de "el químico" ha sido señalada por las autoridades como un problema emergente, vinculado a casos de intoxicaciones y reacciones adversas severas. Este operativo se suma a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad cubanas para combatir el tráfico de sustancias controladas en el país. Según expertos, el aumento de incautaciones en aeropuertos y puntos de entrada refleja la intensificación de los controles aduaneros ante el riesgo de expansión del narcotráfico en la isla. Mientras continúan las investigaciones, las autoridades han reiterado su compromiso de reforzar la vigilancia y aplicar las sanciones correspondientes a quienes intenten vulnerar las normativas sanitarias y de seguridad del país.