Cuba

¿Negocio familiar en Cubacar? Nuevas revelaciones sobre el caso de presunto intento de extorsión a turista en La Habana

Fuente: Cubaherald

  • 29/04/2025 • 12:12

CubaHerald ha recibido nueva información relevante sobre el escandaloso caso ocurrido en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, donde la funcionaria Arais Alonso, empleada de Cubacar, fue denunciada por un cliente tras intentar cobrarle 1,200 dólares por daños menores que ya estaban registrados desde el inicio del contrato de renta. A raíz de esta denuncia, publicada originalmente por este medio el pasado 23 de abril, surgen ahora nuevos elementos que aumentan la preocupación sobre posibles prácticas irregulares dentro de esta entidad estatal.

Según pudo confirmar CubaHerald a través de fuentes vinculadas al sistema empresarial del turismo, Arais Alonso no sería una simple empleada más. Alonso es cuñada del actual director de Cubacar en La Habana, el señor Yordanys Carrazana, y su esposo también trabajaría en dicha entidad. Esta revelación abre interrogantes sobre un posible conflicto de intereses y si estas relaciones familiares podrían estar interfiriendo con la transparencia en los procesos internos de la empresa.

Hasta la fecha, ni la señora Alonso ni su jefe directo, el señor Carrazana, han ofrecido declaraciones públicas sobre el incidente. Asimismo, este medio intentó establecer comunicación oficial con la subdirectora de CubacarDuharemis Estrada, para conocer si se aplicará alguna medida disciplinaria o si se investiga a fondo el comportamiento de la funcionaria implicada. Sin embargo, no se ha recibido respuesta alguna de su parte.

Por su parte, el cliente afectado comunicó a CubaHerald que fue contactado por el señor Ariel Estévez, jefe del Departamento de Atención a la Población en el Mintur, mediante un correo electrónico, en los cuales se le informó que se estaba llevando a cabo una investigación sobre lo sucedido. No obstante, hasta el momento no se han revelado detalles sobre los avances del proceso ni se ha confirmado la aplicación de medida alguna contra la funcionaria implicada.

Además, a raíz de la publicación original realizada por este medio el pasado 23 de abril, otras personas han comenzado a reportar experiencias similares vividas con Arais Alonso en su rol de atención al cliente, denunciando comportamientos intimidatorios, intentos de cobros injustificados y una actitud hostil al momento de la devolución de los vehículos. Estos nuevos testimonios refuerzan la hipótesis de que no se trata de un hecho aislado, sino posiblemente de un patrón de conducta sistemático que exige una revisión urgente por parte de las autoridades competentes.

Ante este contexto, CubaHerald se pregunta: ¿estamos frente a un caso aislado de mala praxis o existe una estructura de poder informal que permite este tipo de abusos bajo el amparo de relaciones personales dentro de la institución? ¿Es Cubacar La Habana un negocio familiar donde los vínculos consanguíneos otorgan impunidad?

Resulta alarmante que, tras varios días de que el caso saliera a la luz, aún no se haya producido un pronunciamiento institucional, lo cual solo refuerza la percepción de opacidad y falta de voluntad para corregir prácticas que ponen en riesgo la imagen del sector turístico nacional.

En un país donde el turismo representa uno de los principales motores económicos, garantizar la protección de los derechos del consumidor, sea nacional o extranjero, debería ser prioridad máxima. Casos como este no solo dañan la reputación de una empresa en particular, sino que erosionan la confianza general en el sistema de servicios turísticos cubanos.

CubaHerald continuará investigando y actualizando sobre este caso, en defensa de la transparencia, el respeto al cliente y la ética en la administración pública.