El Ministro del Transporte de la República de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, anunció la incorporación de una nueva flota de taxis eléctricos en la provincia de Sancti Spíritus, como parte de una estrategia que busca modernizar el transporte urbano y avanzar hacia soluciones medioambientalmente sostenibles. La medida ha sido presentada como un paso importante en la transición hacia una movilidad más eficiente y menos contaminante. Los llamados “Ecomóviles” —vehículos eléctricos destinados al transporte urbano de pasajeros— fueron desarrollados con la participación de la Unión de Industrias Militares y las autoridades provinciales, y financiados por el Fondo para el Desarrollo del Transporte Público. Según las declaraciones oficiales, la implementación de esta nueva flota tiene como objetivo diversificar las opciones de transporte en la región, mejorar la calidad del servicio y reducir la huella ambiental del sector. Sin embargo, la noticia ha generado perplejidad entre muchos ciudadanos espirituanos debido a un obstáculo logístico evidente: los extensos cortes eléctricos que afectan regularmente a la provincia, donde se han reportado interrupciones del servicio por más de 12 horas diarias. Este contexto ha dado lugar a interrogantes sobre cómo se garantizará la operatividad de los taxis eléctricos en un entorno caracterizado precisamente por la escasez de energía. Expertos en transporte consultados por medios independientes han señalado que, si bien la apuesta por tecnologías limpias es un avance loable, su implementación requiere condiciones mínimas de infraestructura, entre ellas una red de carga eléctrica estable y accesible. Sin esas garantías, advierten, los vehículos podrían quedar fuera de servicio por largos períodos, debilitando la eficacia del proyecto y comprometiendo la inversión pública realizada. Desde el Ministerio del Transporte se ha anunciado que en las próximas jornadas se informarán las rutas específicas por las cuales circularán estos nuevos taxis, pero hasta el momento no se han ofrecido detalles técnicos sobre cómo se mantendrán en funcionamiento en medio del actual escenario energético del país. La iniciativa ha sido recibida con opiniones divididas: mientras algunos ciudadanos valoran el intento de renovar el parque automotor con tecnologías sostenibles, otros cuestionan la viabilidad real del proyecto sin una solución previa al problema estructural del suministro eléctrico. En todo caso, la experiencia de Sancti Spíritus podría convertirse en una prueba de fuego para el futuro de la movilidad eléctrica en el país, donde los desafíos energéticos siguen marcando el ritmo de cualquier transformación tecnológica.